No tengo tiempo

No tengo tiempo
25 de agosto de 2020 admin
madre

“No tengo tiempo pa’ iluminarme”, dice el título de la canción escrita por un pseudo-conocido grupo musical asturiano, dando lugar a la difusión de sus mensajes sobre concienciación y reivindicación política. Con tono humorístico e ironía, la letra de la canción -como era de esperar- habla de las dificultades de la mujer madre o “multimadre” (esto es, ser madre de varias criaturas simultáneamente) de tener tiempo para sí misma, en una sociedad donde, además de haber un sistema de producción que requiere que dispongamos de un tiempo en producir, hay otro sistema en el que existe una tendencia a delegar la responsabilidad del cuidado de lo doméstico y de la crianza de las criaturas a la mujer.

En estos tiempos que corren no es de extrañar que a las mujeres no les sea posible disponer de tiempo para su autocuidado y crecimiento personal. ¿Existe una equidad de similitud en los tiempos dedicados al autocuidado y crecimiento personal entre hombres y mujeres? ¿Cómo repercute esto en nuestra salud?

 

madre

 

El estrés al que se ven sometido las mujeres en su vida cotidiana, como consecuencia de las tareas que tienen que desarrollar a lo largo del día no es algo puntual, no es un caso aislado que les suceda a pocas mujeres, es un hecho que se da de manera generalizable, puesto que existe un sistema estructural desigualitario entre ambos géneros. Un estudio sobre satisfacción en el trabajo, autoestima y estrés de la Universidad de León relaciona el cansancio o fatiga emocional con la despersonalización, esto es, “andar por la vida sin enterarte de lo que te pasa”, como respuesta a altos niveles de estrés vitales a los que una persona se ve sometido. Sería, más o menos, un estilo de funcionamiento en modo automático, que te permite distanciarte emocionalmente de la experiencia vivida.

Este estudio concluía, con diferencias significativas, un mayor riesgo de despersonalización en mujeres que en hombres, siendo el factor de fatiga emocional (en relación inversamente proporcional) uno de los tres factores principales en la contribución del bienestar mental global ¿Será esto casualidad? Teniendo en cuenta que fueron casi 300 personas las que participaron en dicho estudio (de las cuales 206 eran mujeres), y que disponemos de mucha información sobre cómo es nuestra realidad, la realidad que vivimos muchas de nosotras, suponemos que no.

 

mujer cansada

 

Ahora bien, los estudios nos informan sobre hechos y acontecimientos que suceden. Lamentablemente, sólo con descubrir lo que nos pasa el problema no se soluciona, aunque sea el hecho de descubrirlo fundamental para que podamos dar el siguiente paso.

Que la sociedad es desigual para hombres y mujeres es algo que sabemos desde hace mucho tiempo, y que se manifiesta en diferentes ámbitos en una consecuencia directa de un sistema que no exige lo mismo a todo el mundo.

No obstante, tenemos muy buenas noticias y es que, afortunadamente, está en nuestra mano equilibrar la balanza. Cada persona decide cuánto quiere contribuir al bienestar mental y social de todo lo que tenemos a nuestro alrededor (incluidas las personas). Algunas decidimos dignificar nuestra vida y repetirnos bien alto, sin miedo, aquello que sabemos también desde hace mucho tiempo de que lo personal es político.

 

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